lunes, 9 de julio de 2012

Etapa de cambios

Hace poco más de un mes hizo el primer aniversario de la muerte de mi madre, Cristina Temboury. Menciono su nombre como forma de recordarla. De hacerla más presente en este post. Se cierra como un ciclo, el primer año de duelo. Y se inicia otro distinto. Ya pasaron esos 365 días de ser el primero que no estaba conmigo, de recordarla mucho y tenerla muy presente. Las heridas poco a poco van cicatrizando, el dolor se mitiga y la pena va disminuyendo, pero aun habrá días tristes, de echarla mucho de menos y de sentir esa soledad que a veces te golpea con fuerza y te noquea. Ayer hablaba con mi gran amiga Marga y me dio como siempre sabios consejos.
Hoy empieza una nueva etapa. Se que habrá cambios. Unos elegidos. Otros no. Pero voy a enfrentarme a ellos con todas mis fuerzas. No quiero que la pena gane esta batalla. Ni la apatía que ahora vive conmigo, como compañera no deseada, se quede demasiado tiempo.
Si comparto estas palabras con mis amigos es porque pienso que es el primer paso para ir superando ésto. Necesito no guardarme mis sentimientos.

2 comentarios:

  1. besos tiernos de esos que intentan reconfortar...

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  2. una de las mejores cosas que podemos hacer como seres humanos es no guardar nuestros sentimientos, por que cuando lo hacemos en algún momento explotaremos. Gracias por dejar plasmados tus sentimientos.

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