domingo, 31 de enero de 2010

La soledad de los números primos, de Paolo Giordano (segunda parte)


Hace unos días me terminé esta novela y me ha gustado bastante. Los personajes principales de Mattia y Alice están muy bien descritos en sus atormentadas y complejas vidas. La historia comienza en los años 80 cuando son niños y cada uno vive un suceso muy dramático que le marcará para siempre. Luego el autor relata varios capítulos de su pubertad y juventud, hasta llegar a la última parte cuando los protagonistas alcanzan su madurez. Es una novela dura, sin concesiones, con unas vidas siempre en el filo de la navaja, con unos padres que no suponen un apoyo en momentos críticos.

No quiero desvelar más de la novela. Solo comentar que engancha desde el principio, los secundarios están bien trazados, aunque quizás les falte un poco más de espacio en la obra.

Abrazos para todos.

martes, 26 de enero de 2010

Twist in my sobriety, de Tanita Tikaram

Hace unos meses colgué la cancion de Nothing compares 2 u, como único gran éxito de su cantante. Entonces adelanté que habría otra canción....y aquí la teneis.
Hoy vuelvo a colgar una canción que también fue el único gran éxito de su cantante, Tanita Tikaram. Esta canción desde sus primeros acordes tenía algo potente, algo pegadizo. Quizás con los años haya perdido parte de su fuerza, pero hoy la comparto con vosotros.
Teodoro se aventuró diciendo que podía ser alguna cantante como Rozalla, Leila K o Jevetta Steele pero no acertó.
Besos para todos. Y uno muy especial para Teo que vale un potosí.

lunes, 25 de enero de 2010

El reposo de lo inminente

Quedan pocos días para que salga a la calle CORAZÓN DE MUDANZA y disfruto de este tiempo previo al inicio de la promoción, a tener el libro entre mis manos y leerlo por vez primera como un lector, tratando de sorprenderme en la medida de lo posible, de gozar con la lectura y hacer los analisis posteriores oportunos.
Ante lo inminente no queda otra opción que reposar, como cuando uno está en las salas de los aeropuertos, en los ratos previos al embarque, en los que lo único que se puede hacer, es esperar.
Como cuando un padre, está fuera de los quirófanos donde su mujer está dando a luz a su bebé, y lo único que se puede hacer es esperar.
Como cuando uno está en el escenario, con el telón aun sin subir, antes que comience una obra teatral y lo único que se puede hacer es esperar, con el texto ya aprendido y ensayado cien veces.

lunes, 18 de enero de 2010

La soledad de los números primos, de Paolo Giordano


Me empecé esta novela hace 3 días y me está entusiasmando. El autor va desgranando poco a poco la vida de Alice y Mattia, sus protagonistas, con una maestría poco habitual en una primera novela. La historia empieza cuando son niños en 1983 y termina en 2007. Ha sido la novela más vendida en Italia en los últimos años y será traducida a veintitres idiomas. Llevo más de cien páginas y la verdad es que cuesta dejar de leerla. Engancha desde las primeras páginas, aunque suene a tópico.
Cuando termine con ella en unos días, ampliaré este post. Por cierto, la semana próxima hay una tertulia sobre La soledad de los números primos en la libreria 5 Echegaray de Málaga.
¡Estaís todos invitados!

Besos para todos.

miércoles, 13 de enero de 2010

Viaje a Fez, primera parte




La llegada a Fez fue a la hora esperada, en el aeropuerto negociamos (por primera vez) el precio de los dos taxis que nos llevarían al hotel. Decidimos que ya que teníamos dos hoteles reservados, primero fuesemos a uno todos juntos, nos registrásemos y luego al otro en otro taxi. El primero fue fácil de hallar, estaba dentro de la Medina, cerca del Palais Jamais. Al bajarnos de los taxis, había un guía que nos acompañó hasta el Riad donde nos alojábamos dos miembros del viaje. Empezamos a callejear por angostas calles no tanto como ésta (Foto 1), bajamos unos escalones, luego a la derecha, luego recto y a la derecha otra vez, luego izquierda y tocaba bajar una cuesta de escalones muy amplios (Foto 2) tomar la primera a la izquierda otra vez y en la segunda a la izquierda, al final se encontraba el lugar. ¿Parece un poco complicado? Lo era sin duda. Menos mal que llevábamos un guía muy amable que nos fue indicando el camino. Yo pensaba “qué horror luego a las tantas bajar por aquí solos, con lo desierto que debe estar la zona a las 11 o las 12”. Total que el hotel era una maravilla de sitio con una decoración muy elegante y un patio que ya mostré en la anterior entrada del viaje en el blog. Subimos dos plantas y dejamos las cosas en una habitación muy amplia, con un estucado rojo en las paredes muy bonito y unas ventanas con cristales de colores. Estaba amueblada con mucho gusto y había una lámpara vertical rectangular de tela que llamó mucho nuestra atención.
Por el patio avisamos que subieran a ver la habitación los demás y bajamos para inscribirnos en el hotel. Nos pidieron dejar los pasaportes y recogerlos luego a la noche, pero no nos pareció buena idea eso de irnos indocumentados y rellenamos los papeles antes de marchar al otro hotel. Durante todo este rato los demás aun llevaban sus equipajes que habían tenido que bajar y ahora tocaba subir. Yo ayudé un poco a Mar, una de las viajeras, con su maleta porque la pobre no podía tirar de ella.
Subimos de nuevo, esta vez a tres taxis y nos llevaron en cuestión de cinco minutos ante la Puerta Azul. Comenzamos a bajar buscando el Riad pero era imposible de hallar, dimos muchas vueltas y después de cuarenta minutos buscándolo infructuosamente,
un chico se ofreció a mostranos el camino y en menos de 5 minutos estabamos delante del Riad Iman, donde se alojaban los otros cinco viajeros. El guía nos pidió propina, 50 dirhams (5 euros), algo que nos pareció desproporcionado, ya que por el taxi habiamos pagado 10 dirhams. Recopilamos monedas pequeñas que teníamos (tras haber cambiado hacía una hora y pico los euros en el aeropuerto) y reunimos la misera cantidad de 7 dirhams que son como 70 míseros céntimos. Al guía le pareció una mierda y nos dijo que no lo quería. Estuvimos un rato discutiendo, yo trataba de valorar su trabajo de habernos acercado al Riad pero la gente lo comparaba con lo pagado por el taxi y no estaba dispuesta a pagar más. Total que fue un momento desagradable y el guía, que no tendría mas de 19 años, tras la discusión volvío a rechazar los 7 dirhams que le ofreciamos. Normal, ofendiamos su dignidad y su inteligencia. Desde luego aprendimos la lección y posteriormente tratamos mucho mejor a los guias con mejores propinas.


Fin del la primera parte

Corazón de mudanza, la portada


En menos de quince días estará en las librerias.
¡Qué nervios! ¡Qué ilusión! ¡Qué satisfacción!

sábado, 9 de enero de 2010

Fez, una ciudad fascinante











Este año para celebrar mi cumpleaños me escapé unos dias con un grupo de amigos a Marruecos. Un viaje estupendo, divertido y lleno de aventuras que tendré que desgranar en varios post.
Tuvimos mucha suerte con los aviones, porque tanto a la ida como a la vuelta salieron. La ida muy puntual, la vuelta con media hora de retraso. Fez es una ciudad fascinante, llena de colores, especias con una mezcla de olores maravillosa, sus gentes, sus miles de tiendas con miles de productos. La comida fue deliciosa, tuve la oportunidad de tomar la PASTELA más rica que haya probado jamás.

Al principio del viaje, estaba muy asustado, igual que el pollo (4ª foto), con eso de la mala fama que tiene Marruecos de lugar poco seguro, que luego es todo lo contrario y te das cuenta con el paso de los días, que no pasa nada, aunque es como todo, yo he tenido una experiencia muy buena, pero habrá gente que cuente otras historias.....

Al día siguiente de la llegada, después de desayunar, aproveché para subir a la terraza del tercer piso y tomar las primeras fotos panorámicas de Fez (3ª foto). Empezamos el dia a las 10 de la mañana, y pudimos patearnos una parte de la medina, parando solo para comer, tomar un te por la tarde o cenar. La MEDINA es un puro laberinto donde dicen que hay más de 14.000 callejuelas. Visto lo visto, creo que es posible, y ofrecía tal fascinación que resultaba muy difícil salir de ella, ir a otras partes de la ciudad, aunque había ratos que resultaba asfixiante por la multitud de gente, el ruido del bullicio, el ir y venir de burros que suben y bajan continuamente por las calles estrechas, portando todo tipo de objetos, desde bombonas de butano (2ª foto) o cajas de Coca-Colas, a pieles o cualquier cosa que se te ocurra.

El Riad de las dos primeras noches fue una autentica maravilla, con una decoracion muy cuidada tanto dentro de las habitaciones, o los baños, como en los patios (1ª foto) cuadrados que suele haber en todos los Riads y donde disfrutamos de un desayuno buffet muy rico y variado. Continuara.....