jueves, 14 de marzo de 2024

The Bee Gees, de Frank Marshall

Ayer pude ver uno de esos documentales que te tocan la fibra y que cuenta la historia del mítico grupo The Bee Gees desde sus inicios a final de los años 60 hasta la actualidad. 

El primer gran éxito que tuvieron fue To love somebody (1967) de su álbum debut. Luego vendrían otros muchos como Massachusetts, Staying alive, Night fever, More than a woman, How deep is your love, Should be dancing, Tragedy o Too much heaven.

En la época en la que compusieron la enormemente exitosa banda sonora de Fiebre del sábado noche, al productor el título de Night fever le parecía un poco pornográfico, y fue así como decidieron llamar a la película Saturday Night fever. Fue el inicio del famoso falsete que les hizo mundialmente conocidos.

Cuando se estrenó Fiebre del sábado noche en cientos de cines por todo el país, tal fue el fenómeno desatado, que tuvieron que contratar más personal en las primeras semanas para que la gente pudiese bailar en los pasillos de las salas. Fue un auténtico bombazo.  La película, con 110 millones de dólares recaudados sólo en Estados Unidos, y con 18 millones en vinilos vendidos, se convirtió en el disco más vendido hasta la fecha en 1978. Y no sólo eso sino que se alzó como el mejor álbum del año en los Grammy's de 1978. Un jovencísimo Neil Diamond les entregaba el premio. 

Steve Dahl, un famoso locutor radiofónico, lanzó una campaña contra la música disco que desembocó en un mega evento en Chicago en el estadio Comiskey Park, congregando a 50.000 personas en "la noche de la demolicion de la música disco". donde los asistentes debían traer un vinilo de música disco. A la postre el evento no trajo más que un discurso racista y homofobo, y un movimiento global en las radios de todo el país contra los Bee Gees en particular y contra la música disco en general. Llegaron a estar protegidos por la policía y el FBI en la llegada a ciertos aeropuertos por amenaza de bomba. 

Tras un tiempo en el ostracismo, provocado por esa ola revolucionaria, empezaron a componer para otros artistas gracias a la llamada de Barbra Streisand que pidió a Barry que le componiese un disco. Luego vendrían exitazos como Guilty, Woman in love, Heartbreaker o Chain reaction. Escribieron más de 1000 temas y 20 de ellos llegaron a ser número uno.  En el documental intervienen entre otros; Eric Clapton, Chris Martin, Justin Timberlake o Ed Sheeran, en una emotiva actuación en 2017 rindiéndole homenaje con Massachusetts, en una preciosa performance acompañado tan solo de su guitarra y un par de voces cantando a capela. 

El documental traza un biopic que recorre más 5 décadas, y yo he tratado de resumirlo en mi visión, que es la única que puedo daros. 

Fueron y son uno de los grupos más grandiosos de todos los tiempos y quizás lo que más me ha llegado del documental, es que está hecho con una combinación perfecta de admiración, elegancia, sencillez y mucho amor por esta maravillosa banda y sus canciones que pervivirán por los siglos de los siglos. 

miércoles, 13 de marzo de 2024

Los amores pequeños de Celia Rico

También pude ver en el 27 Festival de Málaga, Los amores pequeños, continuación emocional de Viaje al cuarto de una madre, brillante debut de su directora. Una historia sencilla, costumbrista y que se va construyendo con los pequeños detalles. Aquí se intercambian los papeles y es la hija la que cuida de la madre, que ha tenido un accidente, en una casa de campo en pleno estío. Está protagonizada por unas estupendas Adriana Ozores y María Vázquez, que destilan mucha complicidad entre ellas.  

Los pequeños amores habla del  amor  incondicional  entre  madres e hijas, de 
como nos cuidamos unos a otros. Cuidados  y mimos de  una hija hacía su madre un poco cascarrabias, pero no carente de ternura.  

A veces el estilo naturalista de la película da la sensación errónea de que las actrices estén improvisando, pero todo lo contrario, pues estaba todo bien ensayado. También habla del prejuicio de la soledad  que la sociedad nos impone que es mala, de esas pesadas losas que nos atormentan; no me he casado, no he tenido hijos o no tengo un trabajo brillante. Hay una linea de fino humor presente durante la película y quiero recordar un par de escenas. En una la madre come el gazpacho que la hija ha preparado y se queja "¿Le has puesto vinagre? Pues no sabe a nada." Unos minutos más tarde vemos como la hija le añade a los tomates recién cortados en la batidora un buen chorro de gazpacho de bote. ¿Hay algo mas cotidiano que ver a una madre cortando las verduras para hacer un rico gazpacho?

Los pequeños amores se estrenó el pasado 8 de marzo, así que aprovechen y vayan al cine a disfrutar de esta pequeña bonita historia. 

3 sobre 5. 


sábado, 9 de marzo de 2024

Disco Ibiza Locomia de Kike Maillo

El último dia de proyecciones en el 27 festival de Málaga, he podido ver una divertida, fresca y colorista historia sobre el famoso grupo de los años 90 Locomía. La historia esta contada en dos tiempos principalmente, a final de los 80 contando el origen del grupo en la Ibiza rompedora y trasgresora, momento en el que eran más de 4 los componentes del grupo. Y en otro momento dado, tres años más tarde, cuando se reúnen los cuatro con su productor, un más que correcto Alberto Ammamn y una mediadora (Eva Llorach) para resolver unas diferencias importantes que no voy a desvelar. 

La historia está bien contada, tiene ritmo. Los números musicales están bien conseguidos al igual que el llamativo y original vestuario y esos famosisimos enormes abanicos que sabían mover con gran habilidad.  El montaje es muy ágil y no aburre en casi ningún momento.  Y los temas musicales para la banda sonora están bien elegidos. El reparto lo componen un ramillete de chicos monos, entre los que destacan especialmente Pol Granch e Iván Pellicer; el protagonista, interpretado por un sempiterno en las series actuales Jaime Lorente, con un amaneramiento poco creíble con un muñequeo que se ve impostado y nada orgánico. La única chica con protagonismo es Blanca Suárez, sin mencionar a la mediadora. Hay algunos personajes cuyos retratos son más bien una caricatura, pero ofrecen escenas divertidas con risas aseguradas.  

Locomia tiene ritmo y ofrece lo que se espera de ella: pura diversión, hedonismo,  fiestas, droga a cascoporro y música ochentera. 

Hay alguna escena con una orgía que quizás se les fue la mano con tanta chica de figuración, pues de todos era bien sabido la sexualidad de los cantantes. 

Yo tuve la suerte de no ver la serie sobre el grupo que se estrenó el año pasado, que según comentaban era menos divertida, menos festiva y más dramática. Aquí todo fluye hacia lo ligero y evita lo dramático. 

jueves, 7 de marzo de 2024

La Abadesa de Antonio Chavarrias

Esta mañana he visto en el 27 Festival de Málaga, La abadesa de Antonio Chavarrias, la propuesta más arriesgada hasta ahora. Se trata de una coprodución hispano-belga sobre Emma, una joven noble de 17 años que es nombrada abadesa con el fin de repoblar y cristianizar territorios fronterizos en conflicto con los moriscos. El punto de partida es interesante, pero lo es más su desarrollo. La abadesa descubre que muchas de las monjas cenan en sus dormitorios privados y  decide imponer que la cena sea en el refectorio común para todas ellas, en lugar de hacerlo en sus dormitorios con vino y con el griñón quitado. Muy sugerente la secuencia en la que Emma recorre los distintos aposentos de sus compañeras, descubriendo la razones que les hacen ausentarse del comedor.

Una experiencia sensorial, basada en hechos reales, en la que viajas a la Edad Media y llegas a sentir cómo era la vida en una abadía en el siglo IX. La magnífica música de Iván Georgiev,  que incluye algo de canto gregoriano, ayuda en este viaje inmersivo cuya excelente fotografía de Julián Elizalde está filmada sorprendentemente con luz natural. Luz natural y velas. Eso es todo. Nada artificial. Al igual que las nevadas que se ven son nevadas auténticas. normalmente en los rodajes cuando hay una tormenta aprovechan para rodar los interiores. En este caso fue todo lo contrario. Cuando había una tormenta salían y rodaban exteriores. El realismo de La abadesa es total.


La actrices vivieron unas duras condiciones de rodaje en el pirineo oscense, en un entorno hostil, lúgubre e inhóspito y con temperaturas bajo cero, logrando sobradamente que aquella forma de hablar, distinta a la de nuestros días, no suene artificiosa, sino con gran credibilidad. Una de las dificultades que supera la cinta bajo mi humilde opinión. 

Al director le atrajo la personalidad de Emma de Barcelona, mujer que existió en la realidad y que decidió enfrentarse a las mujeres que la rodeaban, mujeres que estaban en un lugar no deseado e impuesto por sus familias respectivas. En un cine actual, con una mirada cada vez más feminista, destaca enormemente ésta, que sucede en una época apenas transitada en la filmografía española, salvo las historias protagonizadas por Teresa de Jesús y otras,  razón por la que fue difícil poder documentarse, según comentó su director. 

Rodaron en un castillo sin puertas ni ventanas donde sufrieron las inclemencias de  un frío y viento invernal.  La protagonista, la actriz catalana Daniela Brown está soberbia, se va creciendo según avanza la historia, componiendo un personaje con claroscuros, una mujer que lucha contra sus deseos y que se inflige castigos corporales, usando una corona de espinas. Creo que su trabajo  merecería ser reconocido con una Biznaga. Daniela comentó en la rueda de prensa que se inspiró en el personaje de Ida (2013) para dotar a Emma de esa inocencia y frescura que nos regala. Dijo sentirse transfigurada al vestir el hábito y el griñón, un vestuario que le ayudó en la composición del personaje y a situarse en una época distinta, con una forma completamente distinta de hablar. 

Entre el reparto me han gustado especialmente Blanca Romero en el papel de una monja con un punto hedonista y libertino que te rompe un poco los esquemas, y el diácono interpretado por Ernest Villegas, y Carlos Cuevas, en el papel de conde y hermano de Emma. 

4 estrellas de 5.

 

martes, 5 de marzo de 2024

Segundo premio de Isaki Lacuesta y Pol Rodríguez

Hoy he visto en el 27 Festival de Málaga, Segundo premio,  película codirigida por Isaki Lacuesta y Pol Rodríguez sobre la creación del tercer álbum de Los planetas. Años 90, la ciudad de Granada y unos músicos componiendo su nuevo disco. Me parece que avanza sin rumbo en sus ciento diez minutos de metraje en los que los músicos inmersos en la producción del álbum, parecen bastante perdidos, eso está bien reflejado en el filme. Se drogan, tocan, ensayan y se pelean. Protagonizada por Daniel Ibáñez y Cristalino, tiene aire de documental y al principio interesa, mostrando las dificultades de los músicos en la creación musical, pero sólo al inicio. 

El estilo de Lacuesta es ese, el docudrama. Su La propera pell (2016) vista también en Málaga me entusiasmó. No puedo decir lo mismo de Segundo Premio 🏆.

En los títulos de créditos iniciales aparece rotulado Esta NO es una historia sobre Los Planetas con el no tachado, porque parece que al grupo no le convenció el proyecto o el resultado final. Se perciben mucha improvisación y juego en el que han debido disfrutar de lo lindo.

Ha jugado en mi contra que ni conocía la música de Los Planetas, ni me gusta el rock ni entré en la historia, a pesar de estar rodada en Granada, una ciudad que me fascina. Comentaron en la rueda de prensa que unas quince personas se salieron de la sala. 

2 ⭐ de 5.


Nina de Andrea Jaurrieta

Ayer por la mañana pude ver en el 27  Festival de Málaga Nina. Una mujer atormentada regresa a su pueblo en el Pais Vasco con deseos de venganza. La segunda película de Andrea Jaurrieta tiene un progreso notable desde  su debut con Ana de día (2018). Nina está impregnada del espíritu y ritmo del cine clásico, destacando un guión sutil dónde nada es evidente y donde Jaurrieta compone unos planos y secuencias de enorme belleza con inteligencia y talento. La protagonista es la inconmesurable Patricia López Arnaiz, que está maravillosa, interpretada en su época adolescente por Aina Picarolo, con naturalidad, frescura, inocencia y dulzura. La acompaña en su juventud un formidable y poderoso Dario Grandinetti.


La historia está contada en dos tiempos que se entrelazan a la perfección con constantes flashbacks que van componiendo a fuego lento el desarrollo de la trama sobre el tema del abuso. Lo que pasa es que está contado desde un punto de vista diferente donde no queda nada claro si el abuso se produce o no. Lo que si queda claro según avanza la historia es que medio pueblo estaba al corriente de lo que sucedia.

El color rojo sangre está presente en muchos planos, algo que tiene su razón de ser, pero de lo que no voy a hablár más. 

La directora habló de sus referencias que la inspiraron como Bernard Herrmann en la música, y Brian de Palma en la dirección con mención a Vestida para matar. Brillante trabajo de casting en este western moderno; muy logrado el parecido físico entre las dos actrices que hacen de Nina. Una en la cuarentena y la otra con 15 primaveras. A destacar la escena de la procesión que está montada de forma prodigiosa, alternando pasado y presente con ritmo vertiginoso, que rinde homenaje a Calle mayor de Bardem . 

4 ⭐ de 5.

domingo, 3 de marzo de 2024

El salto de Benito Zambrano

Tremendamente necesaria la tercera película vista hoy en este intenso domingo de cine y críticas en el 27 festival de Málaga. El salto es una cinta con un fuerte compromiso y calado social. Una temática áspera sobre las dificultades que atraviesan los africanos que tratan de saltar la valla en Melilla y su odisea hasta llegar desde sus lejanos países de origen. Está basada en una novela de un chico de Burkina Faso en la qué contó sus experiencias hasta llegar a la falsamente creída tierra de las oportunidades.

No estoy seguro si se puede denominar como un docudrama, pero está rodada con tal realismo que parece un documental y no una película de ficción. Se pasa mal pero quiero destacar que Zambrano no abusa de lo desagradable, algo de agradecer.

La mayor dificultad fue hacerla creíble, según Zambrano que vive en Lavapiés, un barrio multicultural en Madrid. 

Una vez los expulsan,  habiendo podido llevar a cabo el salto unos meses o años antes, no pueden volver a España entre 3 y 10 años. Pero los inmigrantes lo vuelven a intentar una y otra vez porque su única meta es vivir en España. Quieren mejorar sus existencias igual que sucedía a los españoles en los años 60 que emigraban a Suiza o Alemania buscando prosperar, imposible no mencionar aquella 1 franco, 14 pesetas, también vista en este festival. 

Lo más difícil fue encontrar actores negros en España. Dieron con Moussa Sylla, su talentoso protagonista en Francia y tuvo que aprender el poco español que habla en El salto, ya que está prácticamente rodada en francés. También fue difícil encontrar especialistas de color. 

La valla la construyeron en Madrid exactamente igual que las que hay en Melilla. Hay 4. Una tras otra con fosos entre ellos. Al cruzar la primera, les esperan los policías marroquíes que los golpean como si fuesen perros. Tras cruzar las tres restantes, son los policías españoles los que repiten tales actos violentos y brutales. Algunos lo consiguen pero muchos se quedan en el camino. En el reparto destacan las actrices Viky Peña y Vicenta Ndongo

3⭐ de 5.

Tratamos demasiado bien a las mujeres de Clara Bilbao

En el segundo día del 27 Festival de Málaga he podido ver Tratamos demasiado bien a las mujeres. Se agradece una mirada con humor negro hacia la guerra civil. Recuerda al punto canalla de Tarantino y Los odiosos ocho.  Tenía cero expectativas y me temía otra historia más sobre la guerra civil española. Pero todo lo contrario.

Dirige Clara Bilbao, directora novel con 30 años de experiencia como directora de vestuario a sus espaldas. Excelente reparto comandado por Carmen Machi en el papel de Remedios, una novia esperpéntica y sangrienta; un anodino Antonio de la Torre, que esta vez no destaca demasiado; un divertido Julián Villagran y un puñado de actores masculinos entre los que destaca de forma especial la Machi. Tiene una única localización, una estafeta de correos, donde transcurre el 90% del metraje en una producción con 4 millones de presupuesto. Me gustó que no hay malos malísimos ni buenos muy buenos como en otras historias sobre nuestra guerra.

Basada en una novela de 1971 escrita por el autor francés Raymond Queneau de título Siempre tratamos bien a las mujeres. 

3 ⭐ de 5.

Menudas piezas de Nacho G. Velilla

Esta mañana en el 27 Festival de Málaga he podido ver una de las peores películas vistas recientemente. Una película fallida de principio a fin. No funciona ni un guión lleno de topicazos, con grupo de malotes que incluye a un chino y uno de color, aprendiendo a jugar al ajedrez y venciendo campeonatos de España (spoiler). O cantando Hoy puede ser un gran  día de Serrat. Una Alexandra Jiménez histriónica, un personaje insoportable y egocéntrico. un Francesc Orella que habla más que actúa. Padre e hija, tercos y orgullosos que se manejan a base de coces. Pero peleas y sentimientos paternofiliales de cartón piedra. Cine con mera vocación comercial que congregará en las salas, entre otros, a garrulos como los estudiantes protagonistas, posibles futuros participantes de Gran Hermano. Gran coincidencia que produce Telecinco Cinema. Un horror cero inspirador.

Sólo se salvan unos planos luminosos de una Zaragoza preciosa,  y una escenas de improvisación de rap muy ocurrentes. Y la divertida secuencia inicial en el colegio de niños pijos. El hecho de que la historia este basada en hechos reales a estás alturas de la crítica me parece casi irrelevante.

1 ⭐ de 5. 


lunes, 26 de febrero de 2024

May December de Todd Haynes

Este viernes se ha estrenado May december, (Secretos de un escándalo) la última película de Todd Haynes. Una original propuesta sobre la relación entre una actriz (Natalie Portman) que se entrevista con la mujer (Julianne Moore) en la que se basa su próxima película, sobre unos hechos acontecidos 20 años atrás.  Elizabeth, la actriz interpretada por una lánguida y poco expresiva Portman, que me recordó quizás para mal, a su galardonado trabajo de Cisne negro (2010), pasará un tiempo con la familia para entender mejor a su personaje. Elizabeth no genera ni simpatía ni buenos sentimientos en el espectador, desconocemos si tiene buenas intenciones o más bien un interés morboso por descubrir secretos sobre aquello que sucedió veinte años atrás. Omitiré lo que pasó para no hacer spoiler. 

La música no es original, sino que usa parcialmente el maravilloso score que Michel Legran compuso para El mensajero (1971) y se basa en ella para componer. algo nuevo. Me parece demasiado dramática para una historia en la que no pasa gran cosa que acompañe a tal magnífica composición del premiado autor de bandas sonoras de cintas como Los paragüas de Cherburgo o Yentl. 

Hay varias escenas que me gustaron especialmente de este drama psicológico. A destacar una en la que la madre del personaje interpretado por Charles Melton, el marido de Grace, le cuenta cosas sobre ésta a Elizabeth,  mientras observan a la pareja desde una distancia, abrazados en una actitud muy cariñosa. U otra donde las dos se miran en un espejo mientras Grace le explica a Elizabeth el tipo de maquillaje que usa para pasar después a maquillar la mayor a la más joven. Muy sensual. La cámara está situada donde estaría el espejo. Visualmente muy bella, con estas dos actrices compartiendo plano. Y también me llamo la atención la fragilidad e ingenuidad del personaje de Grace.  


Sin tener nada de la usurpación de la personalidad que tenía Mujer soltera blanca busca (1992) en la historia de May December, sí hay una especie de usurpación virtual un algo perturbador que es difícil describir con palabras.  En resumen me ha parecido una cinta irregular, con un buen punto de partida pero que no acaba de convencerme para darle una nota alta. 3 estrellas sobre 5. 

Nota sobre el título; es un termino popular que empezó a utilizarse a final de los años 30 para referirse a una pareja en la que existe una gran disparidad de edad. 

sábado, 20 de enero de 2024

El club del odio, de Beth de Araujo

Hace unos meses tuve la oportunidad de ver en Filmin,  El club del odio, que toca un tema desgraciadamente siempre de actualidad, y más aún en los últimos tiempos con el ascenso al poder de la ultra derecha en países, como Polonia, o Italia, por decir algunos. Hablo de la xenofobia.  

La historia trata sobre la creación de una asociación para defender la raza aria. Todo se inicia con la reunión de un grupo de mujeres blancas, heterosexuales y de un nivel socioeconómico medio, a las que les molesta la simple existencia de otras mujeres no americanas que tienen derecho a ayudas o a trabajos en su entorno. 
Al principio de la cinta, hay una escena donde Emily, la profesora protagonista del filme, le pide a uno de sus alumnos de unos 8 años que le recrimine a la limpiadora de origen no norteamericano por estar fregando el suelo del exterior de la escuela porque alguien podría resbalarse y hacerse daño, y ya desde el inicio se percibe una maldad malsana en esa mujer, de apariencia dulce y apacible. Todo pura fachada.
La particularidad de El club del odio, una cinta opresiva, fascinante y escalofriante a partes iguales. es que todo sucede en tiempo real y está rodada en un solo plano secuencia de 91 minutos. La película te engancha desde el principio y ya no puedes dejar de mirar hasta el último fotograma; debo admitir que en algunos momentos se pasa francamente mal, pero esa era la premisa de la directora, causar incomodidad en el espectador, y claro que lo consigue. 
El club del odio habla de lo dramáticamente fácil que resulta pasar de un discurso racista a los actos violentos. La directora, hija de madre chino americana y padre brasileño, utiliza con inteligencia el fuera de campo, aunque en algún momento pueda parecer un error de filmación. 


El reparto lo componen un puñado de actrices desconocidas como Estefanie Estés, Olivia Ducardi, Eleanore Pienta o Dana Millican. El título en inglés (Soft & quiet) es menos explícito que el traducido al español y por una vez me quedo con el elegido en castellano. Como particularidad os contaré que El club del odio se rodó en tan solo 4 días.  
La imagen elegida para el post, es el apple pie  casero con la cruz esvástica que lleva  una de las protagonistas a la merienda del inicio de la película. 
La directora se basó en experiencias propias o que había escuchado e investigó sobre las mujeres del Ku Klux Klan encontrando el hastag #tradlife. Mujeres que tras la máscara de familia tradicional, esconden y promueven un discurso racista. Mujeres muy populares en las redes sociales, con miles de seguidores y que incluso escriben libros. Para echarse a temblar. 


domingo, 26 de noviembre de 2023

The whale, de Daren Aronofsky

Un profesor de literatura da clases de escritura por video conferencia a un grupo de estudiantes, les dice que su cámara está rota por lo que no puede mostrar su rostro, en realidad no lo hace porque padece obesidad mórbida y se avergüenza de su imagen. Charlie, interpretado magistralmente por Brendan Fraser, realmente tiene el aspecto de una ballena, una ballena varada en su pequeño apartamento, una ballena con alma de niño perdido, una ballena arponeada por el desamor, la culpa, la pérdida, el abandono, la incomprensión y un inmenso vacío que llena con la comida compulsivamente.

Charlie tiene una hija, Ellie, interpretada por Sadie Sink, a la que quiere recuperar después de años distanciados, cuando lo visita, se cruzan las miradas tiernas y conciliadoras de Charlie, con las de ira de su hija que vive envuelta en un torbellino de emociones fuera de control.

Liz, interpretado por Hong Chau, es su única amiga, lo cuida con cariño, se involucra en su cuidado de forma excepcional para ser solo una amiga, cosas del guion que no voy a desvelar.

Thomas, interpretado por Ty Simpkins, es un joven que aparece un día en casa de Charlie como un misionero que va por las casas con el predicamento de su Nueva Vida, intenta convencer a Charlie de que su religión le dará la salvación. Oculta un gran secreto que no puedo desvelar.

Mary, interpretado por Samantha Morton, es la ex mujer de Charlie, quien lo visita un día y entre ellos surgen los reproches, pero también rescoldo de ternura, residuos del amor de los años de convivencia que tuvieron.

Hay breves apariciones de un repartidor de pizza, Dan, que deja el pedido y recoge su dinero en el porche, pero que siempre pregunta si está todo bien y es ese interés el que hace sonreír y sorprender a Charlie.

Sin duda alguna una gran película en la que cada uno puede verse identificado en algún aspecto o tal vez no, y pase a ser una buena película más, para mí ha sido un gran escaparate donde mostrar las debilidades del ser humano y cuando ese escaparate se apagó quedaron encendidas esas cuatro importantes y maravillosas palabras… AMOR.

Victoria Eugenia Gómez Sánchez

domingo, 29 de octubre de 2023

Los asesinos de la luna, de Martin Scorsese

 Llevaba muchos meses sin ir al cine, y aunque parezca mentira, cuando uno pierde el hábito para ciertos placeres, como este que me ocupa, cuesta retomarlo. Pero ayer era un dia especial, no sólo porque me disponía a ver una película en pantalla grande, sino porque iba a deleitarme con la última del gran Scorsese. Debo admitir no haber visto más de 3 de sus cintas en el cine, pero Los asesinos de la luna se ha estrenado con una aureola de gran película, o la película del año, si me apuras. 

La historia arranca con un plano general de unos indios enterrando un objeto en una llanura inmensa en la que solo se ve campo. En un momento dado comienza a salir de la tierra una especie de geiser de petroleo y entonces contemplamos a los indios danzando bajo esa lluvia negra en slowmotion en una escena muy plástica y muy bella. Preciosa. 


La trama de la película gira alrededor de los indios Osage, unos indios que poseían aquellas tierras en las que se encontró el oro negro y que los hizo extremadamente ricos. Yo solo tenia la idea de los indios semivestidos con taparrabos y plumas en la cabeza,  de los western que solo había visto en mi niñez y adolescencia, pero nunca los había contemplado retratados así, vestidos como el resto de los mortales y en una ciudad moderna del medio oeste, 

El argumento gira alrededor de los asesinatos de una serie de estos indios Osage, que se van sucediendo durante toda la trama y desde los primeros cinco minutos. Al inicio de la película el personaje de Ernest (Dicaprio) empieza a trabajar para su tío como chófer, y recoge a Molly( Lily Gladstone) en la estación de ferrocarril para llevarla a su casa. Molly junto a sus 3 hermanas y su madre, son algunos de los personajes principales sobre los que pivota toda la trama. 

Está formidablemente contada, es un puro gozo disfrutar de una historia bien narrada, que ni se hace larga ni aburre en ningún momento, en sus doscientos minutos de metraje. De Niro y Dicaprio están soberbios, con el descubrimiento de Lily Gladstone en el papel de Molly. No sé si a lo que voy a decir ahora se le puede calificar de spoiler, pero me pregunto si el personaje de Ernest tiene alguna discapacidad mental o simplemente es tonto de remate. Pero según va avanzando la trama, uno llega a concluir que es más bien lo segundo. Es un personaje simple, sin mucho doblez con el que me costó empatizar. Sobre el personaje de Rey, interpretado por un De Niro realmente avejentado, es complicado dar mi opinión,  solo mencionaré que me recuerda a otros gansters vistos en la filmografía de Scorsese.  

Cuando uno habla de Scorsese, se sube el propio listón de la crítica a elaborar, pero ni yo soy un crítico experto ni especializado en su tipo de cine, entonces es difícil tratar los temas recurrentes en su filmografía, pero si quiero destacar que Los asesinos de la luna podría catalogarse dentro de una película de mafia, (a mob movie) pues hay unas características comunes con una violencia y unos asesinatos muy de ese tipo de cine, con la única particularidad que los fallecidos son Indios. 

En el reparto, hay la friolera de 50 actores y actrices con papeles pequeños que dan fuerza a una trama muy bien construida. Hay una escena que se me hizo especialmente dura y de la que no puedo hablar. Ni es sangrienta ni desagradable para la vista. Es más bien todo lo que hay detrás de esa escena que me resultó claustrofóbica y asfixiante y que solo el lector avezado que haya visto la película, tal vez pueda adivinar, aunque no le será nada fácil.  

Mi sentimiento al salir de la sala fue de devastación. Salí bastante afectado. Directo a tomar el tren de cercanias de regreso a casa. Solo pude intercambiar unas frases con algunas personas en la salida, sobre lo dura que había sido la película. Ahora unas 14 horas después de su visionado, puedo dar fé de que he tenido la suerte de haber gozado de Los asesinos de la luna, como debe verse este tipo de películas, sin distracciones de ningún tipo y en silencio total. 

Hay un plano cenital de unos indios tocando un gran tambor, todos alrededor del mismo. La cámara se va alejando hacia arriba y vemos danzando a un grupo amplio de otros indios alrededor de ese tambor. Caminando y bailando todos alrededor de ese tambor. Precioso plano. 

Algunos hablan que esta podría ser su última película como director, pero espero que se equivoquen.